La sequía es un evento natural caracterizado por una disminución de las precipitaciones recibidas en un área en un determinado periodo de tiempo. Estos eventos son reconocidos como un desastre ambiental con consecuencias de marcada magnitud, tanto de tipo social, económica como ambiental.
La provincia de Rio Negro presenta una gran extensión espacial, con patrones de distribución de las precipitaciones diferenciados.
Hacia el Oeste, se presenta una concentración de las precipitaciones durante el invierno, influenciada por el sistema de circulación de masas de aire del Océano Pacífico. En la zona central, las precipitaciones presentan dos picos en mayo y en octubre, determinadas por la actividad del centro de alta presión del Atlántico Sur. En el Este la precipitación presenta una distribución casi homogénea a lo largo de todo el año con valores mayores en los meses de febrero y marzo.
Debido a esto, para el estudio de la ocurrencia de sequías a nivel de provincia, es necesario un análisis por regiones, que considere lo anteriormente expuesto.
La determinación del inicio de una sequía, su desarrollo y final es una tarea compleja. El uso de herramientas de análisis espacial, como la confección de mapas de índice estandarizado de sequía (SPI) y de variaciones y tendencias en el índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI) ofrecen una potencialidad para realizar un seguimiento de estos eventos permitiendo, a través de la toma de decisiones, atenuar parcialmente sus impacto negativo sobre la comunidad. Así mismo la información brindada por los productores locales y técnicos en terreno aporta una visión más real a nivel de unidad de producción.