Los ríos constituyen ecosistemas complejos que representan un patrimonio de recursos naturales fundamental para nuestra presencia en el planeta.
El agua dulce se destaca dentro de este patrimonio por ser un recurso limitado y porque su aptitud se encuentra bajo presión constante, razón por la cual preservar su calidad permite garantizar requerimientos básicos de la sociedad tales como el abastecimiento de agua potable, el riego y sus usos con fines industriales y recreativos.
La calidad del agua de la cuenca de los ríos Limay Neuquén y Negro ha sido motivo de estudios en los últimos años, generalmente vinculados a las actividades antrópicas que se desarrollan en la misma.
Desde el año 1995 la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC), en conjunto con el Departamento Provincial de Aguas de la Provincia de Río Negro (DPA), la Subsecretaría de Medio Ambiente (SSMA) y la Dirección Provincial de Recursos Hídricos (DPRH) de la Provincia de Neuquén han llevado adelante una serie de trabajos para la vigilancia de la calidad del agua de los cuerpos hídricos de la Cuenca.
En una primera etapa se realizaron monitoreos tendientes a diagnosticar la calidad del agua, obteniéndose un estudio de base que proveyó información acerca de sus características físicas, químicas y microbiológicas y permitió conformar a partir del año 2001 la denominada “Red de Monitoreo Permanente de la Calidad del Agua de la Cuenca”, la cual se encuentra en operación hasta la fecha.
Esta “Red” diseñada para la Cuenca constituye el marco de varios programas de monitoreo que tienen por finalidad proveer información estadística acerca de la calidad del agua para la gestión de los recursos hídricos y datos sistemáticos permanentes para verificar sus diferentes usos.
Los estudios describen: