La cartera educativa procedió al retiro de los artefactos al momento de recibir la notificación por parte de la justicia provincial. Los equipos fueron alojados en un depósito alejado de la población, para que no afecte su posible contaminación.
Posteriormente, se llevaron adelante los análisis correspondientes para determinar la presencia o no del líquido, tareas que estuvieron a cargo del área de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia.
El Ministerio inició asimismo una investigación para determinar quiénes fueron los responsables de la llegada de los artefactos a la escuela y cuándo se concretó la misma.
Cabe aclarar que al inicio de esta gestión los transformadores ya se encontraban presentes en el establecimiento educativo.