De manera solidaria y desinteresada, los docentes se acercan al centro de evacuados -que funciona en la sede de la Escuela de Policía- y organizan para los niños y niñas que se encuentran albergados con sus familias, actividades deportivas, de recreación y de esparcimiento hasta tanto se normalice la situación en el pueblo.
Las maestras jardineras asisten al centro diariamente, incluso fines de semana y feriados, en diferentes horarios.
Además, hay madres que participan de las tareas a través de los talleres de costura y tejido, con los que reciclan ropa que transforman en acolchados. Asimismo, aprenden a elaborar gorros y bufandas.