En el último tiempo el interés femenino por sumarse ha crecido, incluso de mujeres de otros lugares del país. Para la Comisario General el hecho de que hoy ella esté a cargo es clave “porque nosotras nos acercamos de otra manera”.
Esta decisión del Estado de Río Negro de elegir por primera vez en la historia que la Policía sea conducida por una mujer, marcó un antes y un después. “Esto fue una transformación gubernamental muy grande, pero además la institución fue cambiando sus hábitos y su cultura, haciéndonos el lugar que nos corresponde”, reflexiona Carrizo.
“Hoy se sienten representadas y también hay que tener en cuenta que muchas lo eligen como proyecto de vida, no sólo por lo laboral, sino también en lo personal, y esto tiene que ver con una apertura que me parece importante, por eso tenemos más mujeres anotadas que hombres”.
Y muchas también por vocación, como ella, quién reconoció sentir “orgullo” de ser Policía. “Siempre fue lo que me motivó para continuar, dejando de lado los tragos amargos, los malos momentos, porque mi objetivo fue cumplir con mi trabajo y llegar al máximo de jerarquía. Quizá nunca pensé en ser jefa de la policía, pero sí llevar el uniforme con orgullo y hoy más que nunca por tener esta responsabilidad”.