El curso se realizará en abril con el fin de preparar el desembarco de este instrumento en la zona del Comahue, y se hará de acuerdo a los parámetros establecidos en el Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas.
La directora de Proyectos y Regulación de la Secretaría de Energía Eléctrica, María del Carmen Rubio, adelantó que la capacitación se hará a mediados de abril y serán los colegios profesionales los que se encargarán de la convocatoria.
Además, indicó que el curso será de 40 horas cátedra con una carga práctica, “ello tiene que ver con hacer una prueba piloto para etiquetar 200 viviendas en Alto Valle, que nos va a permitir aggiornar la ley nacional para hacer los análisis bioclimáticos de lo que significa etiquetar viviendas en nuestra zona”.
En paralelo, a través de la Mesa de Eficiencia Energética, Río Negro está trabajando en una normativa propia que facilite la aplicación de la ley nacional. Rubio adelantó que el 4 de marzo se hará la próxima reunión de la Mesa Provincial, donde se aguarda avanzar en los detalles de un proyecto de Ley para ser elevado al Poder Ejecutivo como propuesta.
La etiqueta de eficiencia energética es un instrumento que brinda información a los ciudadanos acerca de las prestaciones energéticas de una vivienda. Además, puede constituirse en una herramienta de decisión adicional a la hora de realizar una operación inmobiliaria, evaluar un nuevo proyecto o realizar intervenciones en viviendas existentes.
Sobre la etiqueta de eficiencia energética
La etiqueta de Eficiencia Energética es un documento en el que figura una escala de letras desde la “A” (el mayor nivel de eficiencia energética) hasta la “G” (el menor nivel de eficiencia energética), que determina la clase de eficiencia energética de una vivienda, asociada a un rango de valores del Índice de Prestaciones Energéticas, determinado conforme Norma IRAM 11.900 / 2017.
El Índice de Prestaciones Energéticas (IPE) es un valor característico de la vivienda, que representa el requerimiento teórico de energía primaria para satisfacer las necesidades de calefacción en invierno, refrigeración en verano, calentamiento de agua sanitaria e iluminación, durante un año y por metro cuadrado de superficie, bajo condiciones normalizadas de uso. Se expresa en kWh/m2año.
Este indicador es independiente del uso, y permite cuantificar las prestaciones energéticas de las viviendas para poder compararlas con un criterio unificado, y a partir de esto construir una línea de base que sirva como referencia para la elaboración de políticas públicas y el direccionamiento de mecanismos de incentivos diversos. La escala de letras es diferente para cada zona climática del país.