La obra, que tiene un presupuesto oficial de $175.019.550, significará un antes y un después en los sistemas de riego de Río Negro, dada la alta tecnología que llevará incorporada.
La apertura de sobres fue presidida por el gobernador, Alberto Weretilneck, junto al ministro de Obras y Servicios Públicos, Carlos Valeri y el intendente, Pedro Dantas.
Una de las ofertas la presentó Roque Mochiola con $308.986.856; Tecnobras SA presupuestó $203.727.364; la propuesta de Ecosur Bahía SA fue de $223.530.591; Oriente-ECA (UTE) ofertó $230.789.000, mientras que CN Sapag -RJ (UTE) presentó $243.322.341. Se trata de la última licitación de las 25 que se realizaron en el marco del Plan Castello.
“Este proyecto genera un antes y un después, no sólo para Campo Grande, sino para toda la Patagonia”, enfatizó el Mandatario provincial. Además, agregó que “a partir de esta obra, se garantiza la fuente principal de agua de forma permanente durante todo el año para aquel que vaya a producir alimento; si tenemos agua disponible bien administrada y tierra virgen para ser enriquecida, estamos frente a un proyecto que tiene que triunfar”.
En tanto, el coordinador de los sistemas de riego de la provincia, Marcelo Martín, destacó el “efecto apalancador” que provocan las inversiones del Estado, que en este caso generarán más de 500 puestos de trabajo.
La obra fortalecerá el desarrollo agrícola-ganadero de la zona, en parte gracias a la ubicación geográfica cercana a Vaca Muerta. Para ello, se pretende poner bajo riego a unas 2.000 hectáreas, a partir de trabajos de readecuación e impermeabilización de la sección del canal principal existente del área de riego Campo Grande.
A partir de este proyecto, se va a mejorar la infraestructura; aumentar la seguridad hídrica a través de sistemas de autogestión automatizados; efectivizar el sistema de riego y aumentar el área productiva evitando el desperdicio de agua.
La obra comprende el suministro de dos compuertas automatizadas que jerarquizarán y medirán la distribución del agua de riego hacia dos zonas productivas bien marcadas, los caudales para la zona hortícola y frutos secos, y por otro para la zona forrajera.
A partir de su adjudicación, los trabajos tendrán un plazo de unos 540 días.